sigue la SEmana santa de montoro

Padre Jesús

REAL COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO
Y MARÍA STMA. DE LOS DOLORES

FUNDACIÓN

1602

DÍA DE SALIDA

“NOCHE DE PADRE JESÚS” (MADRUGADA DEL JUEVES AL VIERNES SANTO

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores realiza su estación de penitencia en la madrugada del Jueves al Viernes Santo, siendo una cofradía de gran arraigo y devoción en Montoro y en toda España. Con más de 4050 hermanos cofrades, quienes anualmente pagan su «trinca» para tener el privilegio de llevar el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno durante un tramo del recorrido. Esta hermandad se fundó en 1602 en la Iglesia de San Juan de Letrán, cuando un grupo de cofrades encargó la talla de un nazareno a un carpintero de la ciudad vecina de Andújar

La obra fue realizada por Alonso Garrido en 1603 y desde entonces, la imagen del Nazareno de Montoro ha sido objeto de numerosas rogativas y peticiones por parte del pueblo. Lamentablemente, la antigua imagen del «Rey de Montoro», como popularmente se le conoce, fue destruida durante la Guerra Civil. En 1927, la cofradía recibió el título de Real Cofradía otorgado por el rey Alfonso XIII, bajo la presidencia de José León García.

Tras la contienda civil, en septiembre de 1939 comenzó la reconstrucción de la cofradía, encargando al escultor valenciano Pío Mollar Franch la creación de las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, las Santas Mujeres, San Juan Evangelista y la Virgen de los Dolores. Estas imágenes fueron bendecidas en la Cuaresma de 1940 y desde entonces, la imagen del «Rey de Montoro» procesiona cada “Noche de Padre Jesús”, llamada así a la Madrugada del Jueves Santo en Montoro.

Apuntes e Historia

Gracias a un hallazgo casual por parte de José Ortiz García, Cronista Oficial de Montoro, sabemos que la cofradía comienza su andadura a fines del año 1602, decidiéndose en el seno de la recién constituida hermandad la compra de una imagen procesional con su cruz a cuestas. La talla fue encargada a un artesano llamado Alonso Garrido, vecino de Andújar (Jaén) que la concluyó y trasladó a Montoro en el año 1604.

No hemos de olvidar que durante estos primeros años la cofradía contaba con escasos recursos que se fueron incrementando con la masiva afluencia de hermanos que querían encontrarse bajo el amparo de Jesús Nazareno y su cortejo procesional.

Entre muchas de sus salidas extraordinarias en acción de gracias localizamos en el archivo Municipal de Montoro la primera referencia a ello en 1690, momento en el que Padre Jesús fue trasladado a la Parroquia de San Bartolomé con motivo de las obras de mejora del templo. No obstante, fueron otras muchas las que se sucedieron en el tiempo para implorar por el cese de la sequía, fin de temporada de aguas, extinción de guerras y cuestiones políticas de gran calado social, epidemias y otros ejemplos similares.

Con la llegada del siglo XVIII, y coincidiendo con la dirección de la cofradía por parte de la familia Camacho Pedrajas, D. Fernando —Hermano Mayor de la misma— decidió hacer un hueco ante el altar principal de San Juan de Letrán con objeto de que sirviera de tumba para él y sus descendientes, cuestión que llegó a ser muy criticada y planteándose incluso judicialmente ante el Obispado de la diócesis. La compra de una cruz de plata, el arreglo del retablo y vidrieras, así como la entrega de más de cuatro mil ducados otorgados en favor del Nazareno, paliaron los recelos de los hermanos de la cofradía.

Será el siglo XVIII en el que encontremos la mayor cantidad de entrega de donativos, dádivas y mandas testamentarias en favor de Jesús Nazareno, hallando entre algunas de las más destacadas la compra de una túnica de cola bordada en oro sufragada en gran parte por el médico D. Pedro José del Hierro en torno a 1760, y un manto en favor de Nuestra Señora de los Dolores por parte de D. Diego Obrero Moya en 1783.

Como todo se debe de reglamentar, hallamos en 1869 el primero de los estatutos de Jesús Nazareno, sin que se conozca por el momento otro anterior conservado, ya que, a fines del siglo XVIII, el escribano de la hermandad hacía constar que sus reglas se habían perdido desde hacía muchas décadas.

Otro de los puntos de inflexión que hemos de destacar en la historia de la cofradía es la del año 1901, momento en el que fallece D. Juan Parras Fernández dejando un donativo de diez mil pesetas en monedas para la construcción de un camarín para Jesús Nazareno. En este polémico asunto, el dinero se perdió y el pueblo achacó todas las culpas al arcipreste de la localidad, el cual tuvo que ausentarse del municipio durante unos meses en 1903, a su vez que el Nazareno no concluyó su procesión al encerrarse la misma en la Parroquia Mayor hasta la finalización de las obras, las cuales concluyeron en 1905.

Debido a este asunto, la cofradía decide establecerse en sociedad laica con fines de culto a Padre Jesús y a todas sus imágenes, sin que la Iglesia tuviera poder de decisión en las cuestiones de la hermandad. Este hecho queda perfectamente contemplado en la redacción de los Estatutos de 1919, donde los cargos directivos serán: Presidente, Secretario, Tesorero y vocales, del mismo modo que cualquier otra sociedad del tipo mercantil.

En diciembre de 1927 se consigue la Real Distinción por parte de Alfonso XIII, haciéndose eco de tal noticia en los medios de prensa y en las actas de la Cofradía de Jesús Nazareno. En este hecho posiblemente hallemos la intercesión del afamado rejoneador cordobés D. Antonio Cañero Baena, el cual cada Viernes Santo se trasladaba a Montoro para acompañar a la hermandad por las calles del pueblo.

Con la llegada de la II República parece que los cabildos se dejan de celebrar, mientras que la cofradía continua con procesión ancestral cada Viernes Santo pese a las especiales circunstancias y tensión política. El punto más álgido tuvo lugar en abril de 1936, donde el Nazareno emergió del templo mediante la intervención de algunos cofrades que, animados por una decena de músicos y romanos, fueron a por la imagen para procesionarla, siendo destruida pocos meses después por la irrupción de la Guerra Civil Española y los diferentes episodios iconoclastas que se sufrieron en Montoro.

En septiembre de 1939 se realizó una reunión en la iglesia de San Juan de Letrán mediante la cual se decide por varios cofrades volver a restituir la hermandad, volviendo a salir la imagen del Nazareno en 1940 junto a San Juan, Verónica, Magdalena y Nuestra Señora de los Dolores como siglos atrás.

En 1960 Nuestro Padre Jesús Nazareno estrena su cruz de plata donada por D. Ruiz Cortes y su esposa Doña Purificación Ruiz Flores. Un año después, la cofradía adquiere también un nuevo trono de Plata Meneses en Madrid, talleres de Santa Rufina, donde por primera vez el vecindario de Montoro aprecia a un Simón Cirineo tras la imagen titular.

Debido a la inmigración de los años sesenta y setenta del siglo XX que se sufrió en toda España, Montoro también padeció este problema, llegándose a sustituir las andas de San Juan, María Magdalena, Verónica y Nuestra Señora de los Dolores a tronos de ruedas por falta de personal que las llevase. Este hecho permaneció de este modo hasta 1998 cuando Bartolomé Ruano Romero llevó una importante labor de captación de personas que pudieran llevar a hombros a estas imágenes, saliendo por primera vez en la Semana Santa de 1999 todos los pasos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús a varales.

En 1996 se aprobarán los estatutos —que rigen en la actualidad los designios legales de la hermandad— basados en el estatuto marco de la diócesis de Córdoba.

Uno de los hechos más interesantes que han tenido lugar alrededor de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue la de llevar a cabo una importante misión de evangelizar y catequizar los barrios de Montoro mediante traslados de la imagen de Jesús Nazareno por todos los templos de la localidad. Esta idea pergeñada por el párroco de San Bartolomé, D. Rafael Rabasco Ferreira, Hijo Adoptivo de Montoro, se inició de forma definitiva en octubre de 2000 y concluyó en diciembre del mismo año con la distinción a la imagen de Padre Jesús del cargo de Alcalde Honorífico de Montoro siéndole impuestas por el alcalde D. Antonio Sánchez Villaverde la medalla de oro, bastón de mando y escudo de solapa en oro.

En 2001 se aprobó el escudo de la hermandad, ya que, hasta ese momento, la cofradía carecía de este emblema, haciéndose constar emblemas y símbolos de cada una de las imágenes procesionales, el escudo real y el escudo de Montoro, todo ello rodeado del toisón real y sustentado por dos ángeles.

En 2004 se celebraron los actos conmemorativos de la llegada de Nuestro Padre Jesús a Montoro hacía cuatrocientos años. Durante esta efeméride, la directiva de D. Juan Gorbano Sánchez, aprobó la colocación de una lápida en molinaza con la efigie de Jesús Nazareno en la puerta de San Juan de Letrán.

En los años 2021 y 2022 la imagen no tuvo salida procesional con motivo de la epidemia de COVID. El primero de los años no hubo culto alguno debida a las estrictas medidas por la pandemia, sin embargo, en el año 22 la hermandad abrió sus puertas de San Juan de Letrán disponiendo a al titular ante el altar mayor acompañado por el resto de las imágenes procesionales.

A modo de conclusión recordaremos a todos los presidentes que ha tenido la cofradía desde 1923 a nuestros días: José León García, Ramón Garijo Benítez, Federico Porras Benítez, Luis Fernández Benítez, D. Rafael Rivas Serrano, D. Rafael Pérez García, D. Manuel León Cañete, D. Diego Mialdea Ruiz, D. Rafael Cazorla Beltrán, D. Juan Gorbano Sánchez, D. Lucas Coronado Martínez, D. Rafael Raigada Madueño y Doña Ana Belén Criado Galán.

PASOS

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NTRO. PADRE JESÚS NAZARENO,
SAN JUAN,
SANTA MUJER VERÓNICA
SANTA MUJER DE LA MAGDALENA
Y mARÍA sTMA. DE LOS DOLORES.

Sede Canónica.

Iglesia de San Juan de Letrán

Aunque es probable que esta advocación e iglesia se remonte a fines de la Edad Media, los primeros datos conocidos sobre este inmueble lo calendamos a 28 de junio de 1556, momento en el que varios hermanos de la cofradía llamada de Ánimas y de San Juan de Letrán solicitaban permiso al Obispado cordobés para reconstruir el templo habido, llegando a realizar una protesta ante el Sumo Pontífice por problemas que se derivaron de esta pretensión.

En 1603 quedaban por terminar algunos reparos en la ermita, por lo que los donativos procedentes de manos particulares fueron muy abundantes y necesarios. A un año vista, la iglesia de San Juan de Letrán queda terminada, por lo que muchos devotos mandaron más objetos para la ornamentación de esta.

En 1688 don Martín Antonio Notario, familiar del Santo Oficio de la Inquisición y Regidor Perpetuo del Concejo montoreño, legó una importante suma monetaria a la hermandad del Nazareno con destino a la reedificación de la capilla mayor, cuyas pinturas quedaron al descubierto en los años noventa del siglo XX.

Si observamos la fachada, apreciamos que es de complexión estrecha, pequeña y con líneas que apoyan sobre los vanos de la puerta. Sobre el arquitrabe se enmarca un frontón en cuyo tímpano se encuentra una cruz de la orden de San Juan. Sobre los vértices del frontón se proyectan tres pináculos en forma de llama petrificada.

En el templo de San Juan de Letrán también podemos visitar: el altar de San Juan, los altares pintados de María Magdalena y la Mujer Verónica, una celosía superior procedente del desaparecido convento, la cruz de plata de los talleres de Santa Rufina de 1960 y el camarín recién restaurado. De la misma forma también avistamos el retablo de Nuestra Señora de los Dolores y la hornacina de Santa Rita de Cassia (donde existe el culto desde el siglo XVIII). La sacristía —de pequeña envergadura — posee pinturas de San José y del Sagrado Corazón de Jesús.

Anécdotas y curiosidades.

Con motivo de las prohibiciones en el siglo XIX, la cofradía de Jesús Nazareno dejó de utilizar el capirote y adaptó su túnica a los nuevos tiempos. Tras la vuelta del capillo a las estaciones de penitencia en la diócesis cordobesa, los hermanos del Nazareno optaron por seguir usando este hábito como hoy en día lo seguimos conociendo. Es curioso observar en las fotografías de antaño a penitentes vistiendo túnicas con solapas, con cuello de camisa, con cordones en oro o en morado, así como dos tipos de escapularios.

 

En 1919, mientras la población se congregaba en la Plaza de Jesús para ver salir la imagen del Nazareno, unos ladrones aprovecharon para robar varios mantones de Manila que la sucursal cordobesa “La Sultana” había expuesto en la población. Una vez que la policía se personó en el lugar de los hechos, se indicó que la sustracción ascendía a tres mil quinientas pesetas.

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Imaginería.

Todas las imágenes fueron encargadas a escultor valenciano D. Pío Mollar Franch, las cuales importaron la cantidad de dieciocho mil ochocientas cincuenta pesetas.

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Semana Santa de Montoro

¿Te la vas a perder?

Itinerario.

Plaza de Jesús Nazareno, Arco de la Cárcel, Plaza de España, Santiago, entrada en la iglesia de Santiago, Coracha, Marín, Antonio Garijo, Diego Medina, Plaza de San Miguel, Santos Isasa, Plaza del Charco, Antonio E. Gómez (C/ Córdoba), Bartolomé Benítez Romero, General Castaños, El Santo, Plaza del Charco, Plaza de las Hijas de la Caridad, Corredera, Plaza de España – Sermón del Paso – y Plaza de Jesús Nazareno.