Entre muchas de sus salidas extraordinarias en acción de gracias localizamos en el archivo Municipal de Montoro la primera referencia a ello en 1690, momento en el que Padre Jesús fue trasladado a la Parroquia de San Bartolomé con motivo de las obras de mejora del templo. No obstante, fueron otras muchas las que se sucedieron en el tiempo para implorar por el cese de la sequía, fin de temporada de aguas, extinción de guerras y cuestiones políticas de gran calado social, epidemias y otros ejemplos similares.
Con la llegada del siglo XVIII, y coincidiendo con la dirección de la cofradía por parte de la familia Camacho Pedrajas, D. Fernando —Hermano Mayor de la misma— decidió hacer un hueco ante el altar principal de San Juan de Letrán con objeto de que sirviera de tumba para él y sus descendientes, cuestión que llegó a ser muy criticada y planteándose incluso judicialmente ante el Obispado de la diócesis. La compra de una cruz de plata, el arreglo del retablo y vidrieras, así como la entrega de más de cuatro mil ducados otorgados en favor del Nazareno, paliaron los recelos de los hermanos de la cofradía.
Será el siglo XVIII en el que encontremos la mayor cantidad de entrega de donativos, dádivas y mandas testamentarias en favor de Jesús Nazareno, hallando entre algunas de las más destacadas la compra de una túnica de cola bordada en oro sufragada en gran parte por el médico D. Pedro José del Hierro en torno a 1760, y un manto en favor de Nuestra Señora de los Dolores por parte de D. Diego Obrero Moya en 1783.
Como todo se debe de reglamentar, hallamos en 1869 el primero de los estatutos de Jesús Nazareno, sin que se conozca por el momento otro anterior conservado, ya que, a fines del siglo XVIII, el escribano de la hermandad hacía constar que sus reglas se habían perdido desde hacía muchas décadas.
Otro de los puntos de inflexión que hemos de destacar en la historia de la cofradía es la del año 1901, momento en el que fallece D. Juan Parras Fernández dejando un donativo de diez mil pesetas en monedas para la construcción de un camarín para Jesús Nazareno. En este polémico asunto, el dinero se perdió y el pueblo achacó todas las culpas al arcipreste de la localidad, el cual tuvo que ausentarse del municipio durante unos meses en 1903, a su vez que el Nazareno no concluyó su procesión al encerrarse la misma en la Parroquia Mayor hasta la finalización de las obras, las cuales concluyeron en 1905.
Debido a este asunto, la cofradía decide establecerse en sociedad laica con fines de culto a Padre Jesús y a todas sus imágenes, sin que la Iglesia tuviera poder de decisión en las cuestiones de la hermandad. Este hecho queda perfectamente contemplado en la redacción de los Estatutos de 1919, donde los cargos directivos serán: Presidente, Secretario, Tesorero y vocales, del mismo modo que cualquier otra sociedad del tipo mercantil.
En diciembre de 1927 se consigue la Real Distinción por parte de Alfonso XIII, haciéndose eco de tal noticia en los medios de prensa y en las actas de la Cofradía de Jesús Nazareno. En este hecho posiblemente hallemos la intercesión del afamado rejoneador cordobés D. Antonio Cañero Baena, el cual cada Viernes Santo se trasladaba a Montoro para acompañar a la hermandad por las calles del pueblo.
Con la llegada de la II República parece que los cabildos se dejan de celebrar, mientras que la cofradía continua con procesión ancestral cada Viernes Santo pese a las especiales circunstancias y tensión política. El punto más álgido tuvo lugar en abril de 1936, donde el Nazareno emergió del templo mediante la intervención de algunos cofrades que, animados por una decena de músicos y romanos, fueron a por la imagen para procesionarla, siendo destruida pocos meses después por la irrupción de la Guerra Civil Española y los diferentes episodios iconoclastas que se sufrieron en Montoro.
En septiembre de 1939 se realizó una reunión en la iglesia de San Juan de Letrán mediante la cual se decide por varios cofrades volver a restituir la hermandad, volviendo a salir la imagen del Nazareno en 1940 junto a San Juan, Verónica, Magdalena y Nuestra Señora de los Dolores como siglos atrás.
En 1960 Nuestro Padre Jesús Nazareno estrena su cruz de plata donada por D. Ruiz Cortes y su esposa Doña Purificación Ruiz Flores. Un año después, la cofradía adquiere también un nuevo trono de Plata Meneses en Madrid, talleres de Santa Rufina, donde por primera vez el vecindario de Montoro aprecia a un Simón Cirineo tras la imagen titular.
Debido a la inmigración de los años sesenta y setenta del siglo XX que se sufrió en toda España, Montoro también padeció este problema, llegándose a sustituir las andas de San Juan, María Magdalena, Verónica y Nuestra Señora de los Dolores a tronos de ruedas por falta de personal que las llevase. Este hecho permaneció de este modo hasta 1998 cuando Bartolomé Ruano Romero llevó una importante labor de captación de personas que pudieran llevar a hombros a estas imágenes, saliendo por primera vez en la Semana Santa de 1999 todos los pasos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús a varales.
En 1996 se aprobarán los estatutos —que rigen en la actualidad los designios legales de la hermandad— basados en el estatuto marco de la diócesis de Córdoba.
Uno de los hechos más interesantes que han tenido lugar alrededor de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue la de llevar a cabo una importante misión de evangelizar y catequizar los barrios de Montoro mediante traslados de la imagen de Jesús Nazareno por todos los templos de la localidad. Esta idea pergeñada por el párroco de San Bartolomé, D. Rafael Rabasco Ferreira, Hijo Adoptivo de Montoro, se inició de forma definitiva en octubre de 2000 y concluyó en diciembre del mismo año con la distinción a la imagen de Padre Jesús del cargo de Alcalde Honorífico de Montoro siéndole impuestas por el alcalde D. Antonio Sánchez Villaverde la medalla de oro, bastón de mando y escudo de solapa en oro.
En 2001 se aprobó el escudo de la hermandad, ya que, hasta ese momento, la cofradía carecía de este emblema, haciéndose constar emblemas y símbolos de cada una de las imágenes procesionales, el escudo real y el escudo de Montoro, todo ello rodeado del toisón real y sustentado por dos ángeles.
En 2004 se celebraron los actos conmemorativos de la llegada de Nuestro Padre Jesús a Montoro hacía cuatrocientos años. Durante esta efeméride, la directiva de D. Juan Gorbano Sánchez, aprobó la colocación de una lápida en molinaza con la efigie de Jesús Nazareno en la puerta de San Juan de Letrán.
En los años 2021 y 2022 la imagen no tuvo salida procesional con motivo de la epidemia de COVID. El primero de los años no hubo culto alguno debida a las estrictas medidas por la pandemia, sin embargo, en el año 22 la hermandad abrió sus puertas de San Juan de Letrán disponiendo a al titular ante el altar mayor acompañado por el resto de las imágenes procesionales.
A modo de conclusión recordaremos a todos los presidentes que ha tenido la cofradía desde 1923 a nuestros días: José León García, Ramón Garijo Benítez, Federico Porras Benítez, Luis Fernández Benítez, D. Rafael Rivas Serrano, D. Rafael Pérez García, D. Manuel León Cañete, D. Diego Mialdea Ruiz, D. Rafael Cazorla Beltrán, D. Juan Gorbano Sánchez, D. Lucas Coronado Martínez, D. Rafael Raigada Madueño y Doña Ana Belén Criado Galán.