En 1694 el vecino Juan de Obejo costeó para la procesión del Viernes Santo una compañía de cuarenta soldados sin que fuera obligación del Hermano Mayor de la hermandad sufragar ninguna comida, ni satisfacer propinas a los portadores de los pates de Mingala, espadas o ginetas y tambor batiente. El vicario D. Gonzalo Jurado Rico fue el encargado de dar esta noticia ante el Cabildo de hermanos, indicando que en pocos días se daría el listado completo de los soldados romanos que acompañarían a Padre Jesús.
A partir de ese momento entendemos que el discurrir de la soldadesca en las procesiones era un hecho notorio. No obstante, esta tranquilidad se rompe en 1788 cuando la compañía queda rota por desavenencias en los desfiles procesionales. Por esta razón, el capitán Alonso Valverde; Isidro Beltrán, alférez; Francisco Toledano, Miguel Notario, Pedro Grande, Bernabé Carpio, Pedro Notario, Nicolás de Luque y Sebastián Caballero, decidieron realizar unas reglas que sirvieran en lo sucesivo para regir a los soldados romanos de Montoro, evitándose disputas y este tipo de cuestiones.
Tras analizar este apunte de modo sistemático, todo parece indicar que la soldadesca romana se dividió en dos diferentes. Es por dicha cuestión por la que encontramos que durante el Trienio Liberal (1820 – 1823) ambas agrupaciones desfilaban de forma independiente, ya que, según una denuncia de un militar retirado del ejército, las dos compañías de soldados romanos portaban trabucos, alabardas y armas cortas en la procesión de la patrona, Nuestra Señora del Rosario, y que debido a ciertos estados de embriaguez era peligroso que usaran este tipo de instrumentos de fuego dentro de la multitud.
Sería poco tiempo después cuando la soldadesca se uniera en un solo escuadrón, llegando a fines del siglo XIX en un solo cuerpo de romanos al mando de un comandante. Ello fue en aumento hasta el advenimiento de la II República Española donde la pérdida de ayudas económicas, los altibajos en las procesiones y la inseguridad hicieron mermar la compañía en atuendo y número de personas.
Tras la contienda bélica del 36, la compañía se reorganiza en 1941 llegando a ir incrementando el número de soldados hasta la actualidad con más de cuatrocientos componentes, siendo quizá, la centuria más numerosa de integrantes a nivel nacional.
Como hechos a destacar comentaremos el acompañamiento en Córdoba al Arcángel San Rafael en 1999, así como en otros momentos destacados como en 2023 donde participaron dentro del aniversario conmemorativo de la centuria de Munda (Montilla – Córdoba).
En 2005 se realizó el hermanamiento con la Asociación Músico-Cultural “Juan Mohedo” de cuya banda de música se interpreta en conjunto marchas militares destacadas como Guerra, Heroína, 45 en línea y García Cano.
En 2016 se celebraron los actos conmemorativos de la reorganización del Imperio Romano tras la banda de Música que terminó con la 1ª Exaltación a su historia. Así mismo, desde el punto de vista literario también celebran cada dos años el Pregón del Imperio Romano de Montoro, acto multitudinario por el que han pasado personas conocedoras, integrantes y amantes de esta antiquísima institución de nuestra Semana Santa de Montoro.
Desde la reorganización a nuestros días, el Imperio Romano de Montoro ha contado con los siguientes comandantes: D. Juan Cano Serrano, D. Francisco García Serrano, D. Juan Martín Madueño Torres-Pardo, D. Diego Luque Raigada y actualmente D. Juan Martín Madueño Muñoz.